miércoles, julio 22, 2009

EVA

A veces, cuando paría hijos, tenía también olor a tierra en el vientre y en las manos. Pocas veces él vio con sus ojos estas cosas y yo preferí así, olvidar su nombre. Acá en mis harapos llenos de hijos, la luz se absorbe en nuestra piel, oscuramente sola. El frío entra a borbotones, buscando calor entre nosotros, viene, se instala y nos obliga. Suplica, por no dormir solo afuera.

Era Eva esa, buscándole lugar al calor y al frío en la casa. La que él echó por no entender de parir hijas e hijos. Esa era Eva, poniendo mano arriba de las heridas. Eva, esa era ella. Quién se animó a mirarte cuando en tus piernas se sentaba el mundo. Quiénes son las eminencias de esta desquiciante mugritud que no te ve, Eva.

Pura eras, cuando los sucios te señalaro
n.

martes, junio 09, 2009

última actuación en Teatro La Luna


en el ciclo organizado por Jeremías Danza Mujeres de Luna nos acompañaron: Juan Sagorovosky (poemas)
Diego Sola (música original), Julia Cisneros (escenografía)
Martín Carvajal (iluminación) y Hernán Correa (cámaras) y se hicieron presentes los susurros con Celeste Agüero

En el Maquillaje participaron: Viviana Abud y Carolina Córdoba












sábado, mayo 23, 2009

en puentes de sangre las voces cambian se ordenan enredan desenredan y es que Las Ranas han mutado a causa de cierta radiación. La evolución es inerente. Los anfibios que nos acompañaban han salido del charco, se mamiferizaron, Evolución también por ende, y andan por otros lados. Somos nuevamente el óvulo inicial de este ginóide. Óvulo intervenido por algún espíritu no tan santo. La gestación está en marcha. La gestación no se detiene. En la cava spelunca será el encuentro: Honda Guarida de la mujer hacedora que en la palabra se expande. Cuerpo de barro. Sangre de tiempo. En la confluencia, todas las voces...

viernes 5 de junio 18 hs. Teatro La Luna.
la arteria central, el núcleo, el tronco cerebral de la vida creativa es el juego, no la corrección. El impulso de jugar es un instinto. Si no hay juego, no hay fuerza creativa. Si eres buena, no hay vida creativa. Si te sientas quietecita, no hay vida creativa. Si sólo hablas, piensas y actúas con discreción, habrá muy poco juego creativo. Cualquier grupo, sociedad, institución u organización que anime a la mujer a denostar lo excentrico; a recelar de lo nuevo e insólito; a evitar lo ardiente, lo vital, lo innovador; a despersonalizar lo personal, está pidiendo una cultura de mujeres muertas.

Clarissa Pinkola Estés Mujeres que corren con los lobos